Todo lo que puede hacer la vitamina C por tu piel
Jul. 24, 2023La piel es un órgano dinámico, adaptable, capaz de protegernos tanto de agresores externos, como de radicales libres endógenos producidos por el metabolismo celular.
Los radicales libres son moléculas inestables que tienen la capacidad de dañar el ADN, las membranas celulares, dañar estructuras proteicas y degradar el colágeno y la elastina.
Aunque la piel tiene la capacidad de producir sus propios factores antioxidantes, o de obtenerlos a través de la dieta, en ocasiones los agresores externos superan las defensas del organismo. Es en este momento cuando se vuelve necesario agregar antioxidantes a nuestra rutina diaria de cuidado.
En esta ocasión te hablaremos acerca de los beneficios para la piel de uno de los antioxidantes más conocidos y utilizados en la cosmética actual: la vitamina C.
Vitamina C, potente antioxidante
La vitamina C, o ácido ascórbico, es un carbohidrato simple con el efecto antioxidante más potente para la piel.
El ser humano puede obtenerla, de manera limitada, solo a través de la dieta, y se encuentra en cantidades muy bajas en la dermis y la epidermis. En consecuencia, la única manera para aportar vitamina C a la piel, en cantidad suficiente para gozar de sus beneficios, es a través de productos tópicos.
¿Te has preguntado qué beneficios tiene la vitamina C para la piel? Diversos laboratorios dermatológicos han realizado estudios para demostrar los efectos positivos que el uso cutáneo de esta vitamina ofrece en términos de reparación, regeneración y apariencia de la piel.
Beneficios de la vitamina C
Los efectos que el ácido ascórbico tienen a nivel dermatológico son visibles a simple vista: otorga una apariencia luminosa por su efecto despigmentante, pero también le confiere mayor elasticidad y firmeza a la piel. Revisemos esto a detalle:
- Efecto contra el fotoenvejecimiento.
La exposición a los rayos UV, el ozono y los gases por combustión de diesel son los factores principales de los síntomas del envejecimiento en la piel, pues agotan sus nutrientes e incrementan la presencia de radicales libres. El resultado: degradación de colágeno, atrofia de la piel, pérdida de elasticidad, incremento de la vascularidad y aparición de arrugas.
La aplicación tópica de vitamina C, al neutralizar los radicales libres del oxígeno, nitrógeno y azufre, puede proteger la piel del efecto de los rayos UVA y UVB, y corregir los daños presentes en la piel foto envejecida.
El ácido ascórbico también protege a otro de los antioxidantes más potentes del cuerpo, la vitamina E, del daño causado por los rayos UV.
- Modulador inmunológico.
La vitamina C es parte importante de un gran número de reacciones enzimáticas y reguladoras de genes que son clave para el correcto funcionamiento del sistema inmunológico. De manera especial, previene que los rayos UV destruyan las células de Langerhans, que son células esenciales para iniciar y regular la respuesta inmune de la piel.
- Protección contra la fotocarcinogénesis.
Las quemaduras por rayos UV inducen mutaciones genéticas que afectan la reparación del ADN dañado e inducen la muerte celular (apoptosis). La vitamina C puede reducir los daños generados con las quemaduras solares producidas por rayos UVB y, potencialmente, el riesgo de carcinogénesis.
- Mantiene la integridad de la piel y favorece la cicatrización
La vitamina C tiene varias funciones para mantener la integridad estructural de la piel.
Por un lado, disminuye la producción de metaloproteinasas, enzimas que degradan el colágeno.
Por el otro, incrementa la síntesis de colágeno y ceramidas, además de ser un cofactor de enzimas que estabilizan y tejen las fibras de colágeno, aspecto esencial para la cicatrización de heridas.
- Efecto antimanchas.
La vitamina C inhibe la acción de la enzima tirosinasa, responsable de convertir la tirosina en melanina, pigmento que, en exceso, produce las manchas de la piel.
Productos que contienen vitamina C
Hoy en día es posible conseguir diversos productos de uso tópico que contienen dentro de sus principios activos la vitamina C: agua micelar, sérums, cremas hidratantes faciales, incluso en mascarillas y exfoliantes.
Algunas marcas con productos de grado dermatológico que contienen vitamina C son: SkinCeuticals, SVR, Sesderma, la Roche Posay, Isdin, Filorga, Zo, Bioderma, HD Comestic, Tizo Photoceutical, Parabotica, entre otros.
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¿Cómo usar la vitamina C en el rostro?
La vitamina C de uso tópico debe ser incluida en tu rutina diaria de cuidado facial, mediante la aplicación de productos dermatológicos.
Si se trata de un sérum a base de vitamina C, la forma correcta de aplicarlo en el rostro es distribuir dos gotas del producto, después de la limpieza facial y de haber aplicado algún tónico.
Es recomendable esperar al rededor de cinco minutos antes de aplicar tu hidratante facial, para que permitas la completa absorción del sérum. No olvides concluir tu rutina aplicando protector solar.
Sin embargo, como en todo producto dermatológico, realiza pruebas con pequeñas cantidades en un área de piel pequeña, para descartar irritaciones o posibles alergias a la formulación.
Mitos y realidades sobre el uso de vitamina C
Desde que la vitamina C ha empezado a ser aplicada de forma tópica, han surgido dudas y mitos alrededor de su uso. Te compartimos las más frecuentes y sus verdades:
¿La vitamina C mancha al exponerse al sol?
Los expertos mencionan que la vitamina C no daña la piel con la exposición solar, por el contrario, tiene beneficios para prevenir las manchas ocasionadas por la radiación. Sin embargo, es importante buscar formulaciones con un PH de 4.7, similar al de la piel.
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La vitamina C puede irritar la piel
En general, los productos dermatológicos están desarrollados mediante formulaciones que evitan efectos adversos en la piel. Sin embargo, existen algunos tipos de piel altamente sensibles que sí pudieran presentar reacciones. Para ellas existen productos con derivados de la vitamina C.
¿La piel tiene que adaptarse a la vitamina C?
Algunos dermatólogos recomiendan empezar con formulaciones de vitamina C en concentración del 8% al 10%, para después incrementarlas a rangos de 15% a 20%, con el fin de ayudar a que la piel se adapte y no tenga efectos adversos.
Finalmente, queremos recordarte que lo más recomendable es adquirir los productos para el cuidado de la piel en farmacias dermatológicas especializadas, donde puedes conseguir formulaciones desarrolladas, mediante procesos estrictos de laboratorio y con las pruebas alergénicas, necesarias para obtener el nivel de cuidado y los efectos favorecedores que tu piel merece.